miércoles, 3 de abril de 2013

ND - Ecuador.- EDITORIAL, Marzo – Abril 2013


Las elecciones burguesas del 17 de febrero nos dejan varias lecturas. Es visible que el proyecto fascista-corporativista de Alianza P. –condimentado con clientelismo, demagogia, dádivas y represión- ha logrado confundir a un sector de las masas que de una u otra forma creen en Correa, de ahí que hayan obtenido más de 90 asambleístas. Desde luego este gobierno no tiene nada de revolucionario ni de patriota, al contrario sirve a las empresas monopólicas de EEUU y CHINA en los temas de petróleo y minería, además defiende la riqueza de los grandes empresarios, banqueros y terratenientes mientras las masas populares, principalmente los obreros y campesinos, siguen pobres, subsistiendo con dificultad, anulados sus derechos y oprimidos de diversas formas legales, laborales, culturales, etc.

La vieja derecha tradicional, representante de la burguesía compradora, ha sufrido una grave derrota electoral. Tanto Lucio-PSP, como los social-cristianos, el PRIAN y el PRE han disminuido el apoyo que tenían de un sector de las masas pobres, su discurso se ha desgastado y no logran reponerse, muchos de esos partidos y sus caudillos finalmente irán desapareciendo del escenario político ecuatoriano. El banquero Lasso y su partido “CREO” lograron aglutinar el descontento de la derecha, obteniendo 12 asambleístas, sin embargo no pesan nada dentro del parlamento.

En tanto que la coordinadora revisionista y reformista, -coordinadora plurinacional de las “izquierdas”- han perdido espacios al punto que el MPD no ha sacado ni un solo asambleísta, Pachakutic ya no tiene la fuerza de antes y todos esos grupos sumados solo alcanzan 6 asambleístas en todo el país.

Ellos son traidores al pueblo, pues hablan de revolución pero en el fondo sirven al viejo Estado burgués-terrateniente; su derrota es fruto de sus traiciones, desviaciones y errores.

En la colina del pueblo, las cosas son diferentes. El voto nulo –de rechazo y descontento- alcanza los 700.000 votos, constituyéndose en la tercera tendencia política luego de Correa y Lasso. El voto nulo está por encima de Lucio, Acosta, Noboa, Wray, Rodas y Zavala. De igual manera hay 2 millones de personas que, por una u otra razón, no fueron a votar. El voto nulo se concentra principalmente en las masas pobres y dentro de ellas, en el campo. En provincias campesinas como Chimborazo, Cotopaxi y Bolívar, el voto nulo llega al 11%, 12% y 13% respectivamente, demostrando que entre el campesinado pobre se va fermentando el descontento y rechazo al gobierno y los terratenientes.

Ha culminado un capítulo de la farsa electoral, el pueblo sigue en la pobreza, en el desempleo, la falta de tierras, salarios bajos, inseguridad, etc. ¡En esencia nada ha cambiado! Por eso debemos organizarnos y luchar por la Revolución de Nueva Democracia para repartir las grandes haciendas a los campesinos pobres, expulsar al imperialismo e industrializar el país, desarrollar una nueva cultura de masas democrática y científica, y lograr una verdadera democracia desde los sindicatos, comunidades, gremios y barrios, es decir un Nuevo Poder expresado mediante asambleas populares y el armamento de las masas pobres.

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ND Marzo – Abril 2013

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