El 29 de noviembre recién pasado el Senado aprobó a Ley de Pesca, también llamada ley Longueira, por quien es su impulsor. La aprobación se logró tras el acuerdo entre senadores democratacristianos y los senadores Fulvio Rossi (PS) y Juan Pablo Letelier (PS) con los de la UDI. La tramitación de la ley ahora continúa en la Cámara de Diputados, donde no se esperan grandes resistencias. ¿Cómo podría ser de otra manera si el Parlamento representa los intereses de los grandes monopolios económicos estatales y no estatales de nuestro país? ¿Cómo la Ley de Pesca podría beneficiar a los pescadores artesanales en desmedro de los intereses de la gran burguesía dueña de los industriales pesqueros o, cómo beneficiaría esta ley a los trabajadores pesqueros si ellos son la mano de obra la gran burguesía de este país, aliada a los imperialistas, principalmente yanqui?
La aprobación de la ley no es más que la manifestación de los intereses de clase que el Parlamento defiende: los de la gran burguesía, de aquellas siete familias a quienes esta ley otorgará la concesión de los recursos pesqueros por 20 años renovables, es decir, a perpetuidad.
La aprobación de la ley no es más que la manifestación de los intereses de clase que el Parlamento defiende: los de la gran burguesía, de aquellas siete familias a quienes esta ley otorgará la concesión de los recursos pesqueros por 20 años renovables, es decir, a perpetuidad.
Por otra parte, en diversos puntos del país, los pescadores artesanales han protestado durante todo este año contra esta ley, que señalan los dejará sin peces que pescar y los matará de hambre.
La mayoría de los pescadores artesanales pertenece a un sindicato. Cada sindicato pertenece a una federación o agrupación mayor. Dentro de éstas, encontramos 3 principales: CONAPACH, CONFEPACH y la CONDEPP (o CONDEPA o CONDEP, pues aparece con diversos nombres).
La CONAPACH a lo largo de la discusión de este proyecto de ley ha manifestado su aprobación a esta ley, llegando al menos a 2 acuerdos con el ministro de economía, Pablo Longueira. Es dirigida por su presidenta, Zoila Bustamante y en general no ha apoyado las movilizaciones.
La CONFEPACH ha seguido una línea similar a la CONAPACH, participando de los acuerdos con Longueira.
La CONDEPP, ha sido la única gran agrupación de pescadores artesanales que rechaza la ley de pesca tal y como está, convocando y participando en varias protestas. Su presidente, Nelson Estrada, señaló el 7 de junio de este año, fecha en que se fundó esta organización que: “Durante muchos años los pescadores artesanales fuimos parte de dos organizaciones que, tras los acuerdos inconsultos con el Ministro Longueira, perdieron toda credibilidad, pues nos vendieron y condenaron a la extinción”. Denunció que: “la derecha no escucha a los miles de pescadores que se quedarán sin su única fuente laboral gracias a la Ley Longueira y, en cambio, siguen protegiendo a las siete familias de la industria pesquera.”
Sin embargo, es importante señalar que la creación de esta nueva organización de pescadores artesanales se efectuó en el Congreso Nacional, con la presencia de Diputados y Senadores de la Concertación, el falso Partido Comunista e “independientes”, quienes conjuntamente dijeron “No a la Ley Longueira”. (ver recuadro)
Foto: Protestas del año 2001 |
Esto refleja la falsa esperanza de esta organización en los representantes de este viejo estado burgués-terrateniente. Las elecciones municipales recién pasadas confirmaron el enorme descrédito por estos falsos representantes del pueblo. Nada bueno podemos esperar de ellos, sólo el ser utilizados con su siempre demagógica política electorera y con mayor razón si el próximo año hay elecciones parlamentarias.
La pesca artesanal conquistará triunfos desplegando lucha organizada en la calle y en el mar, no en el Parlamento. No es necesario que una ley diga qué es lo que debemos hacer o no hacer, el pueblo está llamado a conquistar derechos desbordando la legalidad burguesa, teniendo como base la unidad de clase y, si esta ley no es beneficiosa para los pescadores artesanales, sus familias y el resto del pueblo la consigna entonces debe ser: organizarse para asegurar el derecho a pescar todo lo que sea necesario para el bienestar de las familias de los pescadores y para la alimentación del resto del pueblo, dado que hoy en Chile, el alto precio de los pescados impide su consumo masivo y habitual.
La defensa del derecho a la pesca artesanal significa luchar permanentemente contra los imperialistas, grandes burgueses y terratenientes, que son los que nos oprimen día a día. Como pueblo debemos exigir una dirección del movimiento que no se engañe con los falsos representantes del pueblo y que identifique cada vez con mayor claridad a quiénes debemos combatir para conquistar éxitos.
La pesca artesanal conquistará triunfos desplegando lucha organizada en la calle y en el mar, no en el Parlamento. No es necesario que una ley diga qué es lo que debemos hacer o no hacer, el pueblo está llamado a conquistar derechos desbordando la legalidad burguesa, teniendo como base la unidad de clase y, si esta ley no es beneficiosa para los pescadores artesanales, sus familias y el resto del pueblo la consigna entonces debe ser: organizarse para asegurar el derecho a pescar todo lo que sea necesario para el bienestar de las familias de los pescadores y para la alimentación del resto del pueblo, dado que hoy en Chile, el alto precio de los pescados impide su consumo masivo y habitual.
La defensa del derecho a la pesca artesanal significa luchar permanentemente contra los imperialistas, grandes burgueses y terratenientes, que son los que nos oprimen día a día. Como pueblo debemos exigir una dirección del movimiento que no se engañe con los falsos representantes del pueblo y que identifique cada vez con mayor claridad a quiénes debemos combatir para conquistar éxitos.
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