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El problema campesino y el problema del poder
Tiene
especial importancia y es decisivo abordar el problema campesino desde el punto
de vista de como sirve para la toma del poder; y esto es lo que interesa en
última instancia al Partido, pues el problema del poder es la cuestión central
de la revolución. Así organizar y dirigir la lucha de clases en su conjunto con
el definido propósito de tomar el poder, y en esta perspectiva esclarecer y
resolver los problemas que surgen es lo fundamental. El V pleno del PCP al
abordar tópicos como este dice:
"El
problema del Poder como cuestión central, la Guerra Popular como concreción de
la violencia revolucionaria, las condiciones en las que se desarrolla un
Partido en un país como el nuestro y la importancia del trabajo campesino como
sustento de la Guerra Popular son, pues, problemas sustantivos de nuestra línea
que siempre debemos tener presentes y que hoy, cuando impulsamos la
reconstitución del Partido se irán poniendo cada vez más sobre el tapete y
repercutirán en cuestiones de la línea política y su aplicación".
Es
notoria, entonces, la importancia de abordar un tema como el problema
campesino: a fin de cuentas, el desarrollo del movimiento campesino en medio de
la lucha armada constituye hoy el meollo del problema del poder.
Los
grandes maestros del proletariado han sentado las cuestiones básicas sobre este
asunto. Marx lo expresa certeramente en una carta a Engels:
"Todo
el curso de los acontecimientos, en Alemania, dependerá de la posibilidad de
prestar ayuda a la revolución proletaria mediante una segunda edición, por
decirlo así de la guerra campesina".
Lenin
reafirma esta idea al tratar sobre la revolución rusa:
"El
proletariado debe llevar a término la revolución democrática, atrayéndose a la
masa de campesinos, para aplastar por la fuerza la resistencia de la autocracia
y paralizar la inestabilidad de la burguesía" ( Dos tácticas de la social
democracia en la revolución democrática".
Y
en un informe al III Congreso de la internacional afirma:
"El
movimiento avanza, y las masas trabajadoras, los campesinos de las colonias, a
pesar de que aún son atrasados, desempeñaran un papel revolucionario muy grande
en las fases sucesivas de la revolución mundial".
Y
por último Mao Tse-tung, quien alcanzo una muy profunda comprensión sobre el
papel del movimiento campesino, plantea:
"El
actual ascenso del movimiento campesino es un acontecimiento grandioso. Dentro
de poco, centenares de millones de campesinos en las provincias del Centro, el
Sur y el Norte de China se levantarán como una tempestad, un huracán, con una
fuerza tan impetuosa y violenta que nada, por poderoso que sea, los podrá
contener. Romperán todas las trabas y se lanzarán por el camino de la
liberación. Sepultarán a todos los imperialistas, caudillos, militares,
funcionarios corruptos, déspotas locales y 'shenshi' malvados. Todos los
Partidos y camaradas revolucionarios serán sometidos a prueba ante los
campesinos y tendrán que decidir a qué‚ lado colocarse. ¿Ponerse al frente de
ellos y dirigirlos? ¿Quedarse en su zaga gesticulando y criticándolos?
¿Salirles al paso y combatirlos? Cada chino es libre de optar entre estas tres
alternativas, sólo que los acontecimientos le obligarán a elegir rápidamente".
("Informe sobre una investigación del movimiento campesino en Junán).
Mariátegui,
el fundador del Partido, definió este problema básico en la Línea Política
General. Hablando del campesinado indígena dijo: "La esperanza indígena es
absolutamente revolucionaria "y señaló al PCP el objetivo de organizar
obreros y campesinos con carácter sumamente clasista, y el de "estimular
primero y realizar después las tareas de la revolución
democrática-burguesa", o sea conducir la revolución agraria.
Al
retomar el camino de Mariátegui, el PCP ha venido elevando su comprensión de
este importante problema. Así, el editorial de Bandera Roja 41 dice:
"Sin
un trabajo revolucionario entre las masas campesinas, esto es políticamente
orientadas por el marxismo-leninismo, dirigido por el Partido Comunista, no
puede haber desarrollo de las fuerzas armadas ni puede haber Guerra Popular, en
conclusión no puede haber liberación nacional, ni por lo tanto destrucción de
la explotación imperialista y feudal".
II.
El movimiento campesino y la revolución democrático nacional
La
lucha campesina por la tierra, que es una lucha antifeudal, sienta las bases a
la revolución democrática-nacional; esto se desprende de las leyes generales de
la lucha de clases de nuestra revolución, leyes sistematizadas por Mariátegui
como Línea Política General. Nuestra sociedad tiene un carácter semicolonial y
semifeudal donde el pueblo peruano sufre la explotación y opresión del
imperialismo, los terratenientes feudales y el capitalismo burocrático; de aquí
nace la necesidad de derrocar a estas clases y barrer su dominio, en eso
consiste la etapa actual de la revolución, su contenido es demoburgués, que no
va contra toda la burguesía sino sólo contra una parte de ella, la burguesía
burocrática a más de combatir a los terratenientes feudales y al imperialismo.
Destaquemos
el papel del capitalismo burocrático que en su desarrollo madura las
condiciones finales para el triunfo de la revolución democrática-nacional. Mao
nos enseña que este capital monopolista asociado al poder del Estado, así como
estrechamente sujeto y ligado al imperialismo y los terratenientes conforma un
capital monopolista estatal, comprador y feudal; de esta manera llega a la
cúspide de su desarrollo y prepara "suficientes condiciones materiales
para la revolución de nueva democracia", quedando la tarea de
"confiscar la tierra de la clase feudal y entregarla a los
campesinos" y "confiscar el capital monopolista". En nuestro
país se desarrolla una profundización de este capitalismo burocrático y se
impulsa particularmente el capital monopolista estatal como palanca de la
economía, buscando amasar enormes capitales y monopolizar las arterias vitales
de la economía. Todo lo cual lleva forzosamente a las mismas conclusiones que
señala Mao Tse-tung sobre la revolución democrática-nacional y la guerra
campesina. Hasta qué punto est7aacute;n entrañablemente ligados el problema
campesino y el problema de la guerra como condiciones absolutas de la
revolución democrática-burguesa, lo establece Mao Tse-tung al analizar la
revolución China:
"Así,
pues, la revolución democrática-burguesa de China tiene dos características
fundamentales: 1) el proletariado o bien establece un frente único nacional
revolucionario con la burguesía, o lo rompe cuando se ve obligado a ello, y 2)
la lucha armada es la forma principal de la revolución. No consideramos aquí
como característica fundamental la relación del Partido con el campesinado y su
relación con la pequeña burguesía urbana, pues primero, estas relaciones son en
principio las mismas que tienen todos los Partidos Comunistas del mundo, y
segundo, en China, cuando hablamos de la lucha armada, nos referimos en el
fondo a la guerra campesina y la estrecha relación del Partido con la guerra
campesina y su relación con el campesinado son una y la misma cosa".
("Con motivo de la aparición de El Comunista").
Queda
así bien claro que la lucha armada que nos toca realizar es una revolución
agraria que realizan los campesinos bajo la dirección del proletariado; lo que
constituye una constante, el medio natural de la revolución. Si no se ha
desatado todavía la guerra, todo debe servir a prepararla y, una vez que se
inicie, todo debe servir a desarrollarla.
La
alianza obrero-campesina. Mariátegui nos enseñó:
"La
fuerza de la revolución residió siempre en la alianza de agraristas y
laboristas, esto es de las masas obreras y campesinas".
( EL DOCUMENTO COMPLETO LO PUEDEN ENCONTRAR EN EL SIGUIENTE LINK O EN PARTE IZQUIERDA DEL BLOG..... http://www.mediafire.com/view/?ni0aml6dlno2i9l
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