EL DIARIO: ¿Por qué caracterizan al gobierno aprista de fascista y corporativo? ¿cuál es la sustentación de esto? ¿Qué opina del discurso de Alán García Pérez en el Congreso de la Juventud aprista en Ayacucho y del que dio en Paita, de las medidas económicas del nuevo gabinete?
PRESIDENTE GONZALO: Sobre la caracterización del gobierno aprista, sin entrar a ver su problema histórico porque tiene otras implicancias que no necesitamos ver hoy; la situación concreta que se presentó en el Apra, cuando le entregaron por acuerdo la dirección del Estado Peruano, el Apra entró en una situación dilemática, dos tendencias se daban en ella, una de criterios fascistas y otra de criterios demoliberales. Eso es lo que se daba en el Apra y entendemos, en este caso, por criterios demoliberales, el mantenimiento de este orden constitucional reaccionario, establecido en el año 20, en el año 33 y en el año 79, eso entendemos por ese orden demoliberal.
El Apra tenía un problema, la necesidad de inversiones para poder hacer avanzar la economía o más concretamente, presentarnos una vitrina de éxitos, porque eso es lo que ha hecho, consumir lo poco que tenían para presentarnos una vitrina de éxitos tan frágil como el vidrio y la prueba la estamos viendo hoy; de ahí que no se pueda decir de modo alguno que el plan del Apra era un buen plan económico, porque de tan buen plan económico ¿cómo tan malos resultados? no tiene sentido. Bien, así el Apra tuvo que acudir a los capitales de la burguesía compradora y ésta obviamente exigió condiciones; y, en los propios documentos del Apra se dice que, a fines del año 85, ya la gran burguesía, particularmente la compradora, comenzaba a recuperar y a capitalizar. El año 86 fue su paraíso, obtuvieron miles de millones de ganancia en dólares como ellos mismos lo han dicho, creyendo que luego iban a invertir; pero ese plan no iba a funcionar, necesariamente iba a entrar en crisis y a fracasar y, por tanto, no podían invertir; desde ahí se agudizó más la pugna entre ellos, de ahí las luchas entre ambas facciones de la gran burguesía.
El Apra, por otro lado, por el lado del pueblo se encontró frente a unas inmensas necesidades insatisfechas en las masas y demagógicamente como siempre se comprometió con todos; demagógicamente, porque lo que buscaba el Apra era simplemente tratar de desarrollar, desenvolver el proceso económico reaccionario y ése no se hace sino restringiendo los ingresos del pueblo, porque ¿de dónde salen las ganancias?, de la plusvalía; entonces, tenía, pues, un problema con las masas y lo sabía, de ahí su política represiva, antipopular, antisindical, antiobrera, eso desde el comienzo se ve. Pero había otras circunstancias, la guerra popular; el Apra aunque no quisiera tenía que afrontarla y la guerra popular era ya entonces un problema principal.
Todas esas condiciones son las que van a determinar que se produzcan cambios dentro del Apra, que se defina el dilema; pero éste ¿cuándo se va a definir?, el dilema se va a definir con el genocidio del año 86, la lucha de clases de las masas, la guerra popular, principalmente y la acción genocida llevaron al Apra a definirse por el fascismo y al triunfo de la facción fascista. Ahí consideramos que se produjo y comenzó, como todos ya lo reconocen, el desprestigio y el descalabro del Apra, no solamente en el Perú sino ante el mundo.
¿Por qué le llamamos fascista? la facción fascista que ya existía en el Apra va a tomar medidas políticas para ir implementando la corporativización, aunque eso ya está en el primer discurso que presentó García Pérez en julio del 85. ¿Qué entendemos por fascista y corporativo? Para nosotros el fascismo es la negación de los principios demoliberales, es la negación de los principios demoburgueses nacidos y desarrollados en el siglo XVIII en Francia; esos principios han ido siendo abandonados por la reacción, por la burguesía en el mundo, así es como ya la Iª Guerra Mundial nos hizo ver la crisis del orden demoburgués, por eso es que posteriormente insurge el fascismo. Entonces, en el Apra lo que se da es esa negación de los principios del orden demoburgués y cotidianamente comprobamos la negación de todas las libertades y derechos constitucionalmente establecidos. Consideramos al fascismo también en el plano ideológico como un sistema ecléctico, no tiene una filosofía definida, es una posición filosófica hecha de retazos, coge de aquí y de allá lo que le conviene; esto se expresa claramente en García Pérez: cuando va a Harare en Africa es africano y saluda a los africanos, a Kenneth Kaunda, cuando va a la India saluda a Gandhi es gandiano, cuando va a Méjico saluda a Zapata es zapatista, cuando vaya a la Unión Soviética si es que fuere va a ser salvador de la Perestroika; él es así, es que ésa es la formación ideológica, filosófica del fascismo, no tiene una definida posición, es un eclecticismo, toma lo que está a la mano.
En cuanto a su corporativismo. Entendemos por corporativismo el montar el Estado en base a corporaciones, lo cual implica la negación del parlamentarismo, es una cuestión esencial que ya Mariátegui la destacó en “Historia de la crisis mundial”, él nos decía, la crisis de la democracia burguesa se expresa claramente en la crisis del parlamentarismo; si uno ve aquí el Parlamento, si bien es cierto que en las últimas décadas ha sido el Ejecutivo el que ha dado las leyes más importantes del país, es en este gobierno aprista donde más ha sido el Ejecutivo el que ha acaparado todas las leyes fundamentales que ha dado para sus fines, no hay ninguna ley importante que haya dado el Parlamento, eso es real y todo ha sido darle facultades al Ejecutivo para que haga y deshaga. Todo es una negación del parlamentarismo.
El problema del corporativismo en el país no es reciente; ya en el año 33, cuando se debatía la Constitución en la segunda reestructuración del Estado peruano de este siglo, Víctor Andrés Belaúnde ya planteó la corporativización de la sociedad peruana; Villarán que fue ponente de la Constitución, se opuso planteándo ¿cómo vamos a corporativizar si es que no hay corporaciones?, fue una manera de zafar el cuerpo; así, ya tenemos algunos antecedentes. Cabe recordar, ahora que tanto hablan de ese señor Belaúnde, cuyas obras acaban de publicar, su criterio de: frente al liberalismo que centra en el dinero y contra el comunismo que niega la persona humana, lo que cabe son los sistemas corporativos a imagen de los modelos medievales; es bueno tenerlo en cuenta para ver su filiación y su raíz, y a su vez tener muy presente que está íntimamente ligado a los planteamientos del Papado a partir del siglo pasado.
Velasco también intentó corporativizar el país, por eso comenzó la conformación de corporaciones de productores agrarios por ejemplo; su propia ley agraria, la 17716, políticamente, apuntaba a establecer bases corporativas; la ley industrial también, ¿cómo? a través de la comunidad industrial; su famosa organización política que no llegó a cuajar también planteaba criterios nítidamente fascistas y la corporativización, pero eso no se pudo plasmar en el Perú. ¿Y, qué es lo que pretenden, qué quieren: la conformación de corporaciones, esto es organizar corporativamente a los productores y a todos los elementos que componen la sociedad, supongamos: productores fabriles, productores agrarios, comerciantes, profesionales, estudiantes, Iglesia, Fuerzas Armadas, Fuerzas Policiales, todos ellos nombran sus delegados y así conforman un sistema corporativo. Eso es lo que buscan y lo que el Apra está haciendo; y las regiones y microrregiones, ¿qué significan?. Todo ese plan de regiones de hoy día sirve a la corporativización del país; por eso tenemos que oponernos abiertamente, no sólo porque son manejos políticos del Apra en posiciones electoreras, sino porque es un sistema corporativo y, además, está poniendo en riesgo a un país que ni siquiera tiene una unidad nacional conformada. Son cosas sumamente serias. Por estas razones es que decimos que es un gobierno fascista y corporativo y cuyo camino lo está queriendo impulsar, de ahí su gran preocupación por las regiones que se las quiere imponer a cómo dé lugar; esto lo estamos viendo, he ahí todas esas asambleas parlamentarias extraordinarias que no han podido cumplir con lo que García dijo, el año pasado planteó: o se forman las regiones o dejo de llamarme Alán García Pérez; pasó el año, no sé cómo se llamará hoy día, porque no están formadas las regiones; ahora, dicen que a fines de este año, veremos.
En cuanto al problema de identificar fascismo con terror, con represión, nos parece que es un error, lo que pasa en este caso es lo siguiente: si uno recuerda el marxismo, el Estado es la violencia organizada, ésa es la definición que nos han dado los clásicos y todo Estado usa violencia porque es dictadura, si no ¿cómo contendría para oprimir y explotar? no podría hacerlo; lo que sucede, en consecuencia, es que el fascismo desarrolla una violencia más amplia, más refinada, más siniestra, pero no se puede identificar fascismo igual violencia, es un craso error. Esas son ideas que después de la Segunda Guerra Mundial van a desarrollarse aquí en el Perú y son ideas que ha difundido y planteado muchas veces Del Prado y son ideas que también ha planteado Dammert.
La identificación de fascismo con terror es no comprender a Mariátegui quien en “Figuras y Aspectos de la vida mundial”, cuando habla de H.G. Wells, nos dice que el Estado burgués tiene un proceso de desarrollo y que es ese proceso de desarrollo el que lo lleva a un sistema fascista y corporativo; esto se entiende muy bien si vemos las obras de Mariátegui, la citada “Historia …” o “La Escena Contemporánea”, recordemos que él lo vivió, estudió y conoció, directamente.
En el país hay que ver el fascismo en sus diversos aspectos desde su ideología, su política, su forma orgánica, ver cómo usa la violencia, su terror; hoy vemos cómo es que aplica una violencia refinada y más desarrollada, más amplia, brutal y bárbara eso es lo que se llama terror; pero, por lo demás, el terror blanco siempre ha sido aplicado ¿o no? siempre los reaccionarios cuando se han visto en dificultades han aplicado el terror blanco; así que no podríamos nunca, pues, identificar y reducir todo el fascismo a simplemente terror; debemos entender que es una violencia más refinada y que desarrolla terrorismo, sí, pero eso no es todo es un componente, es su modalidad de desenvolver la violencia reaccionaria.
En cuanto al discurso de García Pérez en el Congreso de la Juventud aprista; en síntesis, en el Apra hay una intensa lucha y tiene que ver con su próximo Congreso y el problema está en si García Pérez mantiene o no el control sobre ese Partido en función de perpetuarse en el Poder coludido con la Fuerza Armada. Hace tiempo se ve que la juventud aprista cuestiona la labor gubernamental, se ha producido grandemente en ese Congreso de Ayacucho y García Pérez ha tenido que viajar desesperado para explicar , justificarse y presentarse como el salvador; eso es lo que quiere, porque ve la importancia que tiene el ganarse a la juventud en función de sus apetitos de führer. Esa es, creo, la esencia, el problema de lo que haya hablado sobre nuestro Partido y la supuesta admiración que dice tenerle, simplemente nos revela la lucha en el Apra, porque admiración no nos puede tener quien es un genocida y un asesino cotidiano del pueblo, de los combatientes, de los comunistas; son demagógicas poses, debocados apetitos ligados al congreso del Apra y en función de sus perspectivas políticas porque él juega a muchas cartas, pues es hombre bastante joven.
De Paita, el “discurso de Paita”, en síntesis es un discurso fascista, abiertamente fascista; no es como se dice que es un tirón de orejas a los parlamentarios que hicieron un bochinche, lo cual es común entre ellos y no tiene nada de extraordinario, eso no ha sido; es un discurso estrictamente fascista, García Pérez quiere desenvolverse como führer por algo lo llaman “conductor”, muchas veces el propio diputado Roca lo llama así: “conductor” y ¿conductor no es igual a führer? quiere decir lo mismo en alemán; por eso creo que es correcto cuando algunos le dicen “aprendiz de führer”, pero al fin y al cabo lo que está demostrando es ser un demagogo barato con grandes apetitos desenfrenados, dispuesto a todo por satisfacerlos, la egolatría creo que es una de sus características.
En cuanto a las medidas económicas del nuevo gabinete, como tenía que ser, nadie está de acuerdo con ellas; claro, nadie está de acuerdo con ellas y el pueblo menos aún que es lo que nos interesa. Entonces se desenvuelve una doble contradicción: la primera, una contradicción con la burguesía compradora porque las medidas económicas son insuficientes, al gobierno aprista le piden más medidas y le exigen definición de su plan porque presenta uno para 18 meses pero en líneas generales sin concretar problemas importantes; (el Apra se va a pasar así estos 5 años de un plan de emergencia a otro plan de emergencia y a un nuevo plan de emergencia; de emergencia en emergencia, lo cual implica la descompaginación completa de los planes que pensó aplicar en su gobierno, me remito a sus propios documentos). Y a la segunda contradicción con el pueblo, obviamente como tenía que ser ajustar las correas al pueblo para que haya una recapitalización; ¿de dónde y cómo sacar capitales?, pues reduciendo el salario. Esas son, en síntesis, las medidas y por eso le crean al Apra más problemas que los que tuvo; mientras sigue, demagógicamente, posponiendo lo que el propio orden en el cual se mueve le impone y lo que él mismo hace bajo cuerda porque ya está coludido hace tiempo con Estados Unidos, con el imperialismo, su relación con el Banco Mundial es sumamente clara, su vinculación con el BID sumamente clara y esos son los instrumentos que están usando más ahora los imperialistas dado el desprestigio del FMI aunque la perspectiva es que vuelvan a su regazo. Así, pues, estas medidas económicas no salvan la situación, la van a agravar y tendremos una situación económica sumamente grave y crítica que se va a extender más recayendo drásticamente sobre las masas.
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