RESPONSABILIZAMOS AL GOBIERNO
BRASILEÑO POR LOS ASESINATOS DE UN PROFESOR Y CAMPESINOS
Las organizaciones
abajo firmantes expresan sus profundas preocupaciones sobre el reciente
asesinato del profesor Renato Nathan Gonçalves Pereira, en el Estado
brasileño de Rondônia, así como una serie de asesinatos de campesinos
organizados por todo el país.
Renato era un
activista que apoyaba a las comunidades campesinas en Rondônia,
trabajando por la alfabetización y estructuración de escuelas en el
campo. Trabajó en la Escuela Familia Campesina en Corumbiara, región
donde sucedió uno de las más graves masacres de campesinos en la
historia de Brasil, en la hacienda Santa Elina, directamente promovida
por el Estado en 1995. El ayudó a dar asistencia a las víctimas. Después
trabajó en la creación de otras Escuelas Populares por toda Rondônia.
El siempre apoyó la organización del pueblo, con la construcción de
puentes y carreteras y exigiendo servicios de salud y electricidad.
De acuerdo con los
relatos, él retornaba para su casa el día 9 de abril cuando fue detenido
en un bloqueo y cobardemente por agentes de la policía disfrazados. Él
fue ejecutado con tres tiros a quema ropa, dos en la nuca y uno en el
rostro. Su moto fue encontrada con el capacete aun en el guidom, lo que
es una clara demostración de que habría sido reducido y después
ejecutado. Según los moradores, el motivo sería una probable venganza
contra la muerte de un agente penitenciario y un policía de civil días
antes. Según informaciones, los policías estarían envueltos en varios
crímenes y asesinatos de trabajadores y campesinos en la región de
Buritis al mando de terratenientes y grileiros (hacendados que se
apropiaron de tierras con documentos falsos) de tierra.
Este hecho se da
después de una serie de asesinatos de campesinos organizados por todo el
país además de Rondônia, bajo el alarmante silencio y complicidad del
gobierno brasileño en Minas Gerais, Valdir Dias Ferreira, Milton Santos
Nunes y Celestina Leonor Nunes; en Pernambuco, Antonio Tiningo y Pedro
Bruno. Además de eso varios campesinos continúan arbitrariamente
detenidos por luchar por la tierra.
Recibimos
informaciones de que el gobierno de Dilma ha apoyado a los
terratenientes a través de acuerdos con su bancada en el Congreso
Nacional para la aprobación de un Código Forestal que agride las bases
mínimas de protección ambiental y ha hecho poco o nada por la Reforma
Agraria, además de silenciar o ser cómplice de asesinatos, prisiones y
desalojos forzados de campesinos y sus simpatizantes. Los grandes
emprendimientos del gobierno como las obras de las usinas
hidroeléctricas de Jirau y Santo Antonio, en Rondônia y Belo Monte en
Pará, han sido executadas con el desalojo de comunidades locales,
pescadores, pueblos ribereños e indígenas, y la represión brutal de los
trabajadores huelga. y la brutal represión de trabajadores en huelga.
Por todo eso,
tenemos evidencias para responsabilizar al gobierno brasileño por los
asesinatos del profesor Renato Nathan Gonçalves Pereira
y los campesinos Valdir Dias Ferreira, Milton Santos Nunes,
Clestina Leonor Nunes, Antonio Tiningo y Pedro Bruno.
Pedimos a la
comunidad internacional exigir al gobierno brasileño que pare
inmediatamente con las matanzas de campesinos y sus simpatizantes, las
detenciones arbitrarias y los desalojos forzados. Exigimos también el
castigo de las personas directamente comprometidas en esos crímenes.
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