EL DESDOBLAMIENTO DEL SISTEMA DE GOBIERNO
Cuando
el sistema de estado que en el caso del país se manifiesta como
democracia representativa no puede cumplir con las demandas de la
dictadura burgués-terrateniente de estructurar, organizar y
dar movimiento a la sociedad de acuerdo a sus intereses de clase, a
este sistema se le imprimen cambios temporales y se establece un giro
táctico para que se adapte a los nuevos retos, contradicciones y
necesidades de quienes detentan el Poder. Es en ese escenario cuando
entra la figura del fascismo a cumplir su rol específico: controlar a
las masas y readecuarlas jurídica, administrativa, económica y socialmente a los requerimientos del viejo estado y su dictadura.
Pero referirnos al fascismo no siempre debe aludir comportamientos cruentos. Muchas veces la violencia puede ir de la mano o ser reemplazada por la “persuasión” y del control no cruento de las masas. Son variables del fascismo que operan de acuerdo a la exigencia coyuntural o estratégica.
Si las necesidades son apremiantes para el viejo estado, la
vía cruenta es expedita y directa. Pero si el proceso que demanda la
dictadura burgués-terrateniente y su estado es más profundo y que
compromete entre otras cosas la reestructuración del viejo estado, el
uso del fascismo tiene un proceso corporativizante de la sociedad al que
eventualmente le imprimen caracteres violentos y represivos de “baja intensidad”.
El
régimen de Alianza País precisamente desarrolla este aspecto del
fascismo: la corporativización de la sociedad destruyendo, dividiendo o
cooptando a la organización obrera, popular y campesina. Emite fatuos y
torpes discursos “revolucionarios”, “antiimperialistas”
que encuentran resonancia en el revisionismo y el oportunismo. Caso
contrario desnaturaliza los fundamentos ideológicos de las
organizaciones populares para reemplazarlos por los del reformismo
burgués. Cuando no pueden conseguir sus propósitos abordan
inescrupulosamente el arma de la intimidación, la persecución y
judicialización de sus opositores en su desesperada búsqueda por
neutralizarlos.
Y
es precisamente aquí donde se inscribe la estrategia anti popular y
contrarrevolucionaria del régimen. Una cosa es combatir a un pequeño
sector de la burguesía compradora que no asimila el proceso de salvataje
del viejo estado, reprimir al revisionismo que no pudo ser “domesticado” bajo el amparo burocrático (mal reparto del botín gubernamental) como es el caso del MPD, Pachakutik, y
otra muy distinta combatir y reprimir a los comunistas quienes
observamos la necesidad de destruir el viejo estado como un
requerimiento estratégico que va más allá del combate o lucha anti
gubernamental.
EL ACTUAL CONTEXTO POLÍTICO EN EL PAÍS
Si
analizamos detenidamente el escenario nacional podemos sostener que las
contradicciones inter burguesas (compradora-burocrática) no son
antagónicas ni viven su mayor grado de algidez y virulencia política. Si
bien es cierto el régimen ha tenido que “lidiar” con los medios de
prensa que representan a la facción compradora, no se han generado
choques o disputas como aquellas que se evidenciaron años atrás antes
del posicionamiento del actual período presidencial. ¿Las razones?: la
gran burguesía y los grandes terratenientes en conjunto son consientes
de la necesidad de imprimir algunos cambios estructurales, orgánicos,
administrativos y políticos al estado, caso contrario la bancarrota del
capitalismo burocrático sumado a la tremenda inestabilidad política
mostrada en la última década no podía sino llevarlos a vivir la
hundimiento absoluto del sistema y la posibilidad del desborde popular
que termine por arrebatarles el control del Estado y direccionarlo con
otro derrotero.
La presencia de la burguesía burocrática bajo la figura de Alianza País tiene ese sentido y esos objetivos.
Pero
la poca evidencia de contradicciones inter burguesas no quieren decir
en absoluto que no se hayan profundizado las contradicciones
fundamentales, antagónicas e irreconciliables de clase: Siguen latentes
las contradicciones entre grandes terratenientes y campesinado pobre, de
aquellos sin tierra o poseedores de poca tierra y de mala calidad. La
estulta “reforma agraria” (compra-venta de tierras) no ha podido ni
pretendido solucionar el problema central del campesinado: tenencia de
la tierra. La subsistencia de relaciones de producción semi feudales se
mantiene intacta y son una de las condiciones básicas del capitalismo
burocrático.
La
insalvable contradicción entre proletariado-burguesía cuyas
manifestaciones además del antagonismo que genera el carácter social de
la producción y la apropiación privada de ésta (contradicción entre
fuerzas productivas y relaciones de producción) están la subsistencia de
un mísero salario básico que no tiene la capacidad de reproducir en el
trabajador su fuerza de trabajo y asegurar su
reproducción ( en la ciudad el salario es de 292 dólares contra el
requerimiento de 600 dólares que demanda el costo de la
canasta básica. En el caso del campo, 160 dólares mensuales que gana un
peón contra el mismo requerimiento) la desorganización y dispersión del
movimiento sindical que precisamente en estos días de la confrontación
“marcha popular”-masas movilizadas por el régimen, hemos visto a los
sindicatos arrastrándose a la cola de la burguesía burocrática avalando
al régimen.
Y
desde luego, el indicador más elemental: los extremos niveles de
pobreza, miseria y violencia en la que subsiste nuestro pueblo.
La
contradicción nación-imperialismo que cada vez va tomando nuevos y
mayores bríos ante la presencia del imperialismo chino que procura
cambiar la correlación de fuerzas ante el imperialismo yanqui y
convertirnos en su nueva semi colonia. Esta contradicción sin ser la
principal es la que agudizará la confrontación inter-burguesa en el país
en la medida de la reacción que viene tomando el imperialismo yanqui
por recuperar su trastienda.
Pero
hay otro aspecto importante a considerar, este año: 2012, es un período
pre-electoral donde la danza del revisionismo y de las distintas
expresiones de la burguesía en torno a la democracia
burgués-representativa cobra fuerza y se activan utilizando el
descontento de las masas para arrastrarlas a movilizaciones y “medir”
fuerzas electorales para hacerse replanteamientos tácticos-estratégicos al respecto.
El
gobierno, ajustado al proyecto de reprimización de la economía que
profundiza la semicoloniedad y evoluciona la semi feudalidad, dentro de
este tenor ha ido recreando su estrategia fascista entre otros
propósitos para generar condiciones económicas y políticas objetivas
para la firma del contrato con la empresa Ecuacorrientes y entregarle la
explotación minera (de cobre) a gran escala en la provincia fronteriza
de Zamora Chinchipe.
Previamente el gobierno desató su furia represiva contra los pequeños y medianos mineros. Igual,
los persiguió, los reprimió, es más, los intimidó realizando actos
inusuales y poco vistos en la historia del país como destruir con
explosivos las maquinarias
de los mineros “ilegales”. Es decir desbrozó el camino para entregar al
imperialismo un vasto territorio “limpio” de conflictividad social y de
actores económicos (pequeños mineros) que puedan constreñir o
dificultar la penetración china.
Es aquí, en la etapa previa a esta dolosa firma entre el gobierno y Ecuacorrientes que
atenta contra la soberanía y los recursos naturales donde las masas
manifiestan su desacuerdo y programan una gran marcha nacional “en defensa de la tierra, el agua y la vida”
para dar una respuesta organizada al régimen, no obstante el
revisionismo y aún determinados sectores de la burguesía compradora se
apoderaron de esta iniciativa para convertir este esfuerzo en un
ejercicio de correlación de fuerzas con plenos visos de “exploración”
electoral.
Hábilmente
el régimen haciendo uso de sus estamentos organizativos al interior de
las masas hoy manejados por los ex miembros de Alfaro Vive Carajo,
Montoneras Patria Libre, Partido Socialista del Ecuador, Partido
Comunista del Ecuador (revisionista) y otras organizaciones que otrora
se declaraban marxistas-revolucionarias (hoy domesticadas y con la
conciencia vendida al régimen por jugosos salarios en el aparato
burocrático), organiza la estrategia política para contrarrestar la
“marcha popular” y proseguir con su campaña intimidatoria.
LA OPERACIÓN “SOL ROJO”.
La intimidación busca condicionar la reacción de las masas.
Ya
el gobierno de Alianza País ha venido aplicando esta estrategia anti
popular contra la organización y movilización popular. La
criminalización de la protesta es el argumento jurídico, de ahí para
adelante la persecución, captura y judicialización de quienes se oponen
al régimen ha sido “el pan de cada día”.
Confrontar la posibilidad de purgar largas penas de cárcel bajo acusaciones de “atentar la seguridad del estado”, “terrorismo”, “subversión” ha sido la panacea del gobierno.
Durante
estos últimos meses se agudizó la presión sobre algunos de nuestros
militantes. Seguimiento, hostigamientos e inclusive la incursión de
efectivos militares en zona campesina de incidencia fue la alerta de una operación represiva
que al no poder consolidarse ante la inexistencia de argumentos
jurídicos del que circunstancialmente se ata el régimen para sus
procedimientos represivos los empujó a utilizar nuevamente su estrategia de “propaganda negra” de vieja data.
Basta recordar años atrás cuando buscaban la manera de “aislarnos de las masas”, “contraponernos” a ellas. La campaña de pintas emprendida por “inteligencia militar”: “MATE UN INDIO Y HAGA PATRIA” tiene ahora su reedición: en la “inteligencia policial”: “OPERACIÓN SOL ROJO”.
Diferente
fueron las condiciones de un grupo de jóvenes acusados de ser miembros
de la organización GCP (Grupo e Combatientes Populares) cuya
organización responde al ideario político del revisionismo del PCMLE y
del MPD, quienes meses atrás aparentemente impulsaron una campaña de
propaganda haciendo uso de panfletarias con mensajes en contra del
régimen de Correa.
En un operativo ejecutado el día sábado 2 de marzo, fuerzas policíacas de inteligencia y reacción capturaron a diez de estos jóvenes y los encarcelaron bajo graves acusaciones de “atentar la seguridad del estado”.
El amparo jurídico para que las fuerzas represivas operen fue leve e
inconsistente, de todas maneras se ejecutó dicho operativo porque el
objetivo no era en sí la captura o neutralización de esta organización
sino emitir un claro mensaje a las masas de la intolerancia que tiene el
régimen a cualquier manifestación o movilización que se desarrolle
cuestionando su política hambreadora, represiva y entreguista como también ponernos en su mira de manera más determinante.
Pero hay otros objetivos que pretendió el régimen con este operativo:
1. Distraer
la atención de la opinión pública respecto de la firma del contrato con
la empresa China a sabiendas de la oposición del pueblo a estos
programas depredadores y entreguistas. En este sentido las metas del régimen fueron relativas.
2. Intimidar
a los dirigentes de la marcha contra el régimen, disuadirlos. Han
utilizado elementos de apoyo como prohibir el desplazamiento de
vehículos de servicio público fuera de la provincia, campañas
mediáticas, contraponer movilización con marcha pro gubernamental.
Metas, hasta aquí cumplidas con importante éxito para el régimen.
3. Más
que remitir al país el resultado de la acción policíaca contra los GCP
se procuraron hacer conocer que el nombre de dicha operación fue “Sol
Rojo”. Objetivo: intimidarnos, procurar abdicación de nuestros planes de
construcción Partidaria, crecimiento e incidencia en las masas,
preparación de la GP, etc.
Resultados para el enemigo: NINGUNO.
4. Atizar
las contradicciones que tenemos contra el revisionismo, no solo del
MPD, PCMLE sino del PSE, PCE (revisionista), Pachakutik y otros.
Estimular la confrontación. Resultados: Relativos. Lenin Hurtado (MPD)
ya se pronunció públicamente emitiendo diatribas contra nosotros. No nos
llama la atención su comportamiento, es propio del revisionismo. Por un lado
“pregonan” la revolución pero por otro se desviven por ser partícipes
de la democracia burguesa, el parlamentarismo burgués, elecciones, etc.
La vanidad pequeña burguesa del revisionismo se ha visto goleada por el
auge del maoísmo en el país y el mundo. Aspecto que pretende ser
aprovechado por el enemigo.
Nosotros
hemos confrontado políticamente de manera franca y abierta. La lucha
emprendida por los maoístas contra el revisionismo ha sido determinante y
sobre todo creciente en estos últimos tiempos. Reconocemos en los
camaradas del CR-PCE la importante y contundente lucha en ese sentido.
De igual manera los propósitos del fascismo de atizar estas contradicciones han sido irrelevantes para nosotros.
5. Generar condiciones para atacar no solo al PCE-SR sino a todas las expresiones del maoísmo en el país que
crecen vertiginosamente. Potencialmente somos su blanco directo e
inmediato. No dudemos que también se direccionen contra las otras
expresiones del maoísmo en el país. De todas maneras el propósito del
régimen fascista sigue siendo irrelevante, sabemos a qué atenernos al ser consecuentes con la clase, el pueblo y la revolución y la aceptamos así, “con todos sus horrores, sin reservas cobardes”.
Han pasado algunos años después del golpe que nos infringió la burguesía compradora. Causó serios estragos y sin
lugar a dudas nos debilitó de manera importante aunque
contradictoriamente terminaron ayudándonos porque nos permitió
identificar y extirpar el cáncer de los ambiguos, de los débiles, de los
cobardes y traidores, de esos que ahora son parte del régimen, vice
ministros, jueces, otros tantos que se arrastran en la Secretaría de los Pueblos y demás instituciones burocráticas.
No
nos destruyeron, nos fortalecieron. Pero desde ese tiempo acá hay
eventos de suma importancia y es que el proletariado ha empezado a hacer
suyo el maoísmo como guía para la Revolución Democrática de Nuevo tipo.
El florecimiento de nuevas expresiones del maoísmo inscritas dentro de
la línea y propósitos correctos ha definido la tendencia revolucionaria
de la clase y de las masas en el país. Entonces
golpearnos ya es infructuoso para el enemigo porque ya no es un problema
de individuos, de hombres y mujeres convictos de los intereses de la
clase y de las masas, sino un problema de
ideología que ya no lo pueden detener hagan lo que hagan, detengan a
quién detengan, asesinen a quién asesinen. La clase tiene ya la
ideología, marxismo-leninismo-maoísmo como arma indestructible.
No somos una expresión pequeña burguesa, improvisada y aventurera. Mucho menos un apéndice
revisionista que busque espacios violentos para allanar el camino
electoral. Somos comunistas que bregamos por la construcción del Partido
con carácter conspirativo y en vías de consolidarse para asumir el reto
de dirección de la revolución de Nueva Democracia en el País utilizando
Guerra Popular. La diferencia que tenemos con la ideología, método y
objetivos que tiene el revisionismo es totalmente contraria y antagónica.
Estos
son aspectos que nos garantizan la indestructibilidad del partido más
allá de que nos persigan, de que nos repriman, de que quieran “neutralizarnos”.
Por el contrario, nos llena de orgullo que así sea, pues es notorio, si
ayer fue la burguesía compradora y los grandes terratenientes apoyados
por el imperialismo quienes nos perseguían, secuestraban, torturaban y
asesinaban hoy la posta la toma la burguesía burocrática en contubernio
con el revisionismo y oportunismo miserable con los mismos propósitos. Y
hacen bien, porque ellos saben que propugnamos la destrucción del
estado burgués-terrateniente como requerimiento estratégico previo a la
construcción del Nuevo Poder, y lejos estamos de simplificar nuestros
esfuerzos vitales por centrar nuestro combate al régimen gubernamental
de turno como plataforma de apoyo a las expectativas electorales dentro
del contexto de la democracia burguesa.
Hacen
bien en atacarnos, porque nos dictan a viva voz que estamos en el
camino y dirección correcta y sobre todo que ya hemos deslindado
cualquier lazo o nexo con su ideología y el viejo estado.
No nos intimidan en absoluto. Seguiremos firmes en la construcción del Partido, Frente y Ejército Popular.
No
nos intimidan. Ni la persecución ni la cárcel nos arredra. Si es
necesario poner nuestra cuota de sangre, se hará. La ideología y sus
objetivos son lo que cuentan, lo demás ya no importa.
Seguiremos
en nuestro plan de construcción y consolidación Partidaria. Generación
en las masas de la Base de Unidad Partidaria. La determinante lucha por
propender la destrucción del viejo estado, de “no dejar piedra sobre piedra” para construir sobre sus ruinas lo nuevo, lo que nos manda y dicta el proletariado y su ideología.
No
cesaremos en nuestra lucha contra el centrismo, el revisionismo tanto
en el país como en la arena de lucha del proletariado internacional.
No
nos detendremos en nuestras campañas de apoyo a los hermanos y
camaradas de Turquía, India, Filipinas y el Perú que desarrollan Guerra
Popular y que con su ejemplo nos guían por el derrotero correcto.
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!
¡A COMBATIR AL REGIMEN FASCISTA DE ALIANZA PAÍS!
¡APLASTAR AL REVISIONISMO!
¡A DESTRUIR EL VIEJO ESTADO BURGUÉS-TERRATENIENTE!
¡A PREPARAR LA GUERRA POPULAR!
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