PERSPECTIVAS DE LA LUCHA POR
LA TIERRA:
¿Reforma Agraria Burguesa o
Revolución Agraria Armada dirigida por el Proletariado?
La
crisis económica-social y la consiguiente lucha de clases ponen cada vez con
más énfasis el tema de la tierra como uno de los principales problemas a
resolver en el país. El gobierno fascista habla demagógicamente de llevar a
cabo una “revolución agraria” desde el viejo Estado, mientras que las distintas
facciones del revisionismo plantean la aprobación de la “Ley de Tierras” en el
parlamento para de ahí realizar una
reforma agraria.
Los
comunistas y revolucionarios concebimos el tema de la tierra de manera
diametralmente opuesta a lo que plantea el gobierno y el revisionismo.
Para nosotros el problema agrario en el Ecuador
es parte de la semi-feudalidad existente y como tal, la lucha por la tierra es
uno de los ejes principales de la revolución democrática de nuevo tipo.
En
esta ponencia desarrollamos nuestras tesis al respecto.
CARACTERÍSTICAS
DEL PROBLEMA AGRARIO EN EL PAÍS
-636375
minifundios (cada uno generalmente es propiedad de una familia entera) abarcan
1´463212 hectáreas. La gran mayoría del campesinado posee propiedades que van
de entre menos de una hectárea hasta menos de 10 hectáreas. En cambio 19557 grandes
latifundios (generalmente cada terrateniente tiene más de uno) abarcan 5´260375
hectáreas. Estos grandes latifundios son haciendas de más de 100 hectáreas.
(Datos obtenidos del III y último Censo Nacional Agropecuario)
-Estas
haciendas se encuentran a lo largo y ancho del país, muchas veces sus
propietarios las camuflan como centros turísticos y/o reservas ecológicas, lo
cual no les impide en lo absoluto desarrollar intensamente actividades
ganaderas y agrícolas.
-La
distribución del agua, elemento fundamental para la producción agrícola, es
totalmente inequitativa: 1% de hacendados y agro-exportadores controlan el 70%
del caudal de agua (muchas veces inclusive ni siquiera pagan por éste
servicio); mientras que el 80% de campesinos pobres apenas tienen acceso al 12%
de caudal de agua, la misma que tienen que pagar permanentemente para
recibirla.
-Persisten
en gran escala los métodos arcaicos de producción de la tierra (el uso del
arado, del azadón).
-La
existencia de relaciones salariales en el campo no ha extinguido las relaciones
de servidumbre, tan solo las ha adaptado a nuevas modalidades. Se mantiene en
muchos sectores el trabajo “al partir”, de los “arrimados “….
-La
población campesina es grande en el país. Según las cifras oficiales, el 45% de
la población ecuatoriana es rural. Sin embargo esa cifra está deformada. En
realidad, la población campesina es superior al 50% del total de habitantes del
país. Aquí vale que se defina científicamente cual es población campesina y
cual urbana y no con la demagogia capitalista o la miopía revisionista. Por
ejemplo, para los datos oficiales la cabecera cantonal de Guamote es una
“ciudad”, cuando en realidad (sin menospreciar) la cabecera cantonal de Guamote
se conforma de unas cuantas hileras de casas, la Iglesia, el parque, una
escuela, un colegio, el centro médico y la Alcaldía. Saliendo 10 metros de ese
sector el campo se proyecta en todas direcciones.
-La
producción agropecuaria artesanal es uno de los ejes de la economía del país,
esto debido al escaso desarrollo industrial (industria pesada y tecnología)
como consecuencia de la opresión imperialista. Provincias como Cotopaxi,
Tungurahua, Chimborazo, Bolívar y Cañar se sostienen casi exclusivamente de la
producción agraria.
LA
POLÍTICA AGRARIA DEL RÉGIMEN DE CORREA
Partimos
de un análisis científico y de clase de la formación económica-social del
Ecuador, lo que nos permite comprender en primera instancia que el gobierno de
Correa representa a la gran burguesía (facción burocrática) y a los
terratenientes, sirve al imperialismo principalmente a EEUU y CHINA. Su
principal labor es profundizar el capitalismo burocrático para lo cual aplica
formas fascistas y corporativistas de Estado y Gobierno.
-El
gobierno ha vendido a minoritarios sectores del campesinado un pequeño
porcentaje de tierras expropiadas en el caso Filanbanco y otros similares. La
compra-venta se la realiza con créditos del Banco Nacional de Fomento. La
propaganda del régimen trata de mostrar esto como la “revolución agraria”.
-El
gobierno protege a los terratenientes. Al respecto son muy claras las
declaraciones de Rafael Correa: “Algunos quieren definir latifundio de acuerdo
a un tamaño: más de 100 hectáreas y ¡prohibido los latifundios, la Constitución
prohíbe el latifundio…! [Pero] lo importante es la propiedad y lo importante
que se esté produciendo… Primera idea de fuerza: cuidado por hacer un bien
hacemos un daño mayor… Para que todos seamos propietarios partamos estos 2.000
hectáreas en 1.000 familias a dos hectáreas cada familia. Bueno, vamos a tener
2.000 familias más pobre que antes. La segunda idea de fuerza es la
productividad. Tenemos una productividad agrícola demasiada baja. Y en la
economía campesina esa productividad es desastrosa. Y parte de esa baja
productividad son las pequeñas parcelas de terreno. Incluso, con el sistema
capitalista, si tenemos una producción de 2.000 hectáreas y una sociedad
anónima con 200 accionistas en buena hora: se está democratizando en algo la
propiedad de esa tierra. Esto es que no entienden muchos compañeros. Por ahí
veo proyectos de tierra, incluso del propio Consejo de Soberanía Alimentaria,
que tienen solo esa visión de justicia. Cuidado, por buscar la “justicia”,
entre comillas, destrozamos la eficiencia y lo que hacemos es a todos
igualitos, pero igualmente miserables, igualmente pobres.” Publicado por “La
Línea de Fuego”, 17/10/2011.
-El
régimen se va contra los medianos campesinos, por ejemplo creó el “Impuesto a
las Tierras Rurales” para los propietarios de más de 25 hectáreas. Otro caso es
la expropiación violenta de campesinos medios en Río Grande (que tenían
propiedades de entre 30 a 40 hectáreas) para que la empresa China Tiesiju
construya el Proyecto de Propósito Múltiple Chone.
-En
el presupuesto general del Estado del año 2012, el gobierno asigna apenas $ 211
millones de dólares al sector agropecuario, un rubro muy bajo. Mientras que
para los gastos del régimen, como publicidad, se destinan cerca de 290 millones
de dólares, y para las FFAA y la Policía Nacional se dan aproximadamente $3 mil
millones. En el año 2010, el gobierno destinó para el sector agropecuario
$454,7 millones; el año 2011, el monto se ubicó en $356,8 millones, y este año
se redujo a $211 millones. ¿Por qué Correa va quitando paulatinamente el
presupuesto para el sector agropecuario? Simplemente porque el régimen como
representante de grandes burgueses y terratenientes no le importa en lo más
mínimo las condiciones de vida de millones de campesinos pobres.
-El
gobierno se encuentra negociando un posible tratado con la Unión Europea
(dirigida por fuertes países imperialistas) que como todo “tratado de libre
comercio” entre un país oprimido y un país imperialista, traerá efectos
negativos sobre la agricultura nacional perjudicando a los pequeños y medianos
campesinos productores.
LEY
DE TIERRAS Y PROPUESTAS DE REFORMAS AGRARIAS
Diversas
organizaciones indígenas y campesinas, detrás de las cuales están las distintas
facciones del revisionismo, vienen planteando en coro la necesidad de aprobar
una “Ley de Tierras” en el seno del parlamento, y a partir de ahí emprender la
“reforma agraria”. Con distintos matices pero unidos en el fondo están la
Federación Ecuatoriana de Indios, la Federación Nacional de Organizaciones
Campesinas, Indígenas y Negras; la Federación Ecuatoriana de Indígenas Evangélicos
del Ecuador; la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador y la
Federación Única Nacional de Afiliados al Seguro Social Campesino.
Detrás
de la FEI está el viejo Partido Comunista, de la FENOCIN el Partido Socialista
Frente Amplio, de la FEINE diversos partidos hasta de derecha, de la CONAIE
Pachakutik y de la FEUNASSC el MPD.
En
la actual coyuntura política nacional plantean la Ley de Tierras y la reforma
agraria con miras a conseguir votos en el campo, rumbo al proceso electoral del
2013.
Todos
ellos promueven objetivamente, conscientes o no, el camino burocrático en el
campo, esto es el camino burgués-terrateniente.
La
historia del país al respecto es muy clara e irrefutable, tal como lo
demuestran las experiencias de “reformas agrarias” de 1964 y 1973.
¿Qué
pasó en aquellas épocas?
Frente
al auge del movimiento indígena y campesino y para aplacar el “mal ejemplo” de
la Revolución China, la gran burguesía (facción burocrática encarnada en las
juntas militares de aquellos años) en mutuo acuerdo con los terratenientes
aprobaron leyes de tierras y pasaron a ejecutarlas con el apoyo del viejo PC y
los socialistas.
Estos
fueron los resultados: a los campesinos les entregaron las peores tierras
ubicadas en laderas, quebradas y en las zonas más secas (el mejor ejemplo de
esto es Guamote que prácticamente es un desierto); los terratenientes se
quedaron con las mejores tierras, en valles y llanuras, o páramos para la
crianza de ganado, con tierras fértiles, bien regadas, con fuentes de agua
abundantes y cercanas, con facilidades para sacar la producción, etc. (Ejemplos
de esto se dan en Pallatanga, Chambo, en las zonas aledañas al volcán
Chimborazo, en las faldas del volcán Cotopaxi, en Machachi, las haciendas
florícolas en Cayambe, las haciendas bananeras en Los Ríos, El Oro, etc.)
Inclusive,
las familias campesinas que pudieron acceder a unas 3 o 4 hectáreas, con el
paso de los años quedaron en las mismas, pues por un lado la sobre exigencia a
la tierra provocaron el desgaste del humus y la pérdida paulatina de la
capacidad de producción y por otro lado cuando los hijos crecieron y vino el
tema de las herencias, los pequeños terrenos se dividieron aún más. Los niños campesinos que vivieron aquellos
procesos de “reformas agrarias” burguesas, son quienes desde la década del 90 y
del 2000 vienen luchando nuevamente por la tierra, situación de pobreza
ahondada con las graves crisis de los últimos años.
Como
vemos, las reformas agrarias de 1964 y 1973 fueron simplemente la aplicación
del camino burocrático en el campo ecuatoriano. Los terratenientes y sus
haciendas quedaron, en lo fundamental, intocados. Los campesinos fueron
engañados con la complicidad del revisionismo, varias generaciones vivieron en
la extrema pobreza y el problema de la tierra siguió vigente.
¿Esto
es lo que quieren las organizaciones que promueven la Ley de Tierras y la
Reforma Agraria? Seguramente dirán que no, se rasgarán las vestiduras diciendo
que luchan por el bienestar del campesino, pero en el fondo, conscientes o no,
objetivamente son la mejor ayuda de la gran burguesía y los terratenientes para
aplicar el camino burocrático en el campo.
La
Ley de Tierras y la Reforma Agraria lo único que promueven es la compra-venta
de tierras en el juego de la oferta y la demanda bajo el marco jurídico
burgués-terrateniente; es el camino que lleva a los campesinos a
institucionalizar la lucha por la tierra, a atarlos al viejo Estado
(corporativismo) y a bancos públicos y privados por medio de créditos e
hipotecas. No resuelve en lo absoluto el problema de la tierra.
LA
LUCHA POR LA TIERRA BAJO DIRECCIÓN PROLETARIA
La
lucha anti-imperialista y anti-feudal son los dos ejes de la revolución de
Nueva Democracia. En esta etapa de la revolución el campesinado es la fuerza
principal mientras que el proletariado es la fuerza dirigente.
En
nuestro programa democrático-revolucionario agrario, que es parte del programa
general, planteamos:
1.-Destrucción
del latifundio. Todas las haciendas de más de 100 hectáreas deben ser
confiscadas sin indemnización y esas tierras repartidas gratuitamente entre los
campesinos pobres que tengan poca tierra o no la tengan, bajo el principio de
“tierra para quien la trabaja”.
2.-Las
principales fuentes de agua deben ser entregadas fundamentalmente a los
pequeños y medianos campesinos productores.
3.-Libertad
religiosa, respetando a los creyentes de cualquier culto así como a los
ateos-científicos.
4.-Establecimiento
de un gobierno democrático-revolucionario dirigido por obreros, campesinos y la
intelectualidad progresista.
Desde
luego, los comunistas y revolucionarios aclaramos, enfatizamos y defendemos que
éste programa jamás se realizará pacíficamente o por medio de las elecciones
burguesas, sino por medio de la Guerra Popular del campo a la ciudad, a través
del establecimiento de Bases de Apoyo Revolucionarias como Nuevo Poder que irá
surgiendo a medida que vaya siendo destruido el viejo Estado burgués-terrateniente,
hasta la conquista del poder en todo el país y la instauración de la República
Popular de Nueva Democracia.
Saludamos
el salto ideológico dado por los compañeros del Movimiento Vientos del Pueblo
que en su última ponencia “Manifiesto de las marchas del 22 de marzo” plantean
la importancia de generar un trabajo campesino con guía revolucionaria, los
compañeros van adquiriendo conciencia de la necesidad y obligación de los
comunistas ecuatorianos de centrar nuestros esfuerzos en desarrollar la lucha
campesina no hacia el parlamentarismo y la conciliación de clases sino hacia la
revolución. Éxitos compañeros y sigan en esa línea que es la correcta en la
actual etapa de la revolución democrática de nuevo tipo. Así mismo siempre
tenemos presente el acumulado histórico en torno al trabajo campesino de los
camaradas del Partido Comunista del Ecuador – Sol Rojo.
Debemos
comprender que el trabajo revolucionario agrario es la principal tarea para la
izquierda en el país y que al respecto debemos romper ciertos esquemas como el
de creer que el trabajo campesino se centra exclusivamente al interior de las
comunidades. Si bien es cierto las tareas de agitación, propaganda y
construcción organizativa en las comunidades es lo principal, también se puede
y debe realizar esas tareas en los colegios rurales (donde van los hijos de los
campesinos), en las facultades de filosofía, ciencias de la educación e
institutos pedagógicos (de donde saldrán un buen porcentaje de maestros a
enseñar en las escuelas y colegios rurales) en las ferias campesinas (en donde
hay campesinos que son comerciantes), a los jornaleros (obreros agrícolas),
etc. Es decir, el campo es el eje gravitacional del trabajo revolucionario y a
su alrededor deben girar el trabajo con los estudiantes, maestros, obreros,
comerciantes, etc., todo este proceso debe ser llevado con dirección
proletaria, esto es con el marxismo-leninismo-maoísmo.
Nuestra
propuesta hacia los comunistas y revolucionarios de nuevo tipo en el país, y
hacia los compañeros comuneros más avanzados, es la de ir generando las
condiciones para la creación y desarrollo de un movimiento de campesinos pobres
con los siguientes ejes:
-Que
luche por la tierra y el agua, ligando esta lucha a la revolución de Nueva
Democracia.
-Sin
obstáculos étnicos o raciales. Que lo integran indígenas, mestizos, negros y
blancos.
-Que
no promueva ninguna religión en especial, que sea laico, que se respeten las
diversas religiones y a los no creyentes.
-Que
no caiga en el parlamentarismo burgués ni en el oportunismo burocrático.
-Que
tenga dirección proletaria, expresada en la unión de los cuadros del Partido
Comunista de nuevo tipo con los dirigentes comuneros, con las bases campesinas.
Comité de Reconstrucción
Partido Comunista del Ecuador
25/03/2012
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