domingo, 13 de enero de 2013

EL PUEBLO.- Cierre de colegios ¿nueva forma de gobernar?

Protestas en La Florida
Durante las últimas semanas se ha dado a conocer de parte del MINEDUC un informe en el que destaca la revocación del reconocimiento oficial para 38 establecimientos particulares subvencionados que se suman a 37 colegios “cerrados” en abril de 2012. La revocación del reconocimiento oficial significa que pierden la subvención de parte del viejo estado y la facultad de certificar estudios.
 
También durante las últimas semanas se ha dado a conocer la determinación de parte de los alcaldes de La Florida y Valparaíso de cerrar establecimientos municipales argumentando escasez de matrícula.
 
El informe emanado del MINEDUC, en donde se da a conocer los resultados de todas las fiscalizaciones efectuadas por la Superintendencia de Educación el pasado 2012, deja nuevamente al descubierto la desastrosa situación de la educación que recibe nuestro pueblo, revelando además las motivaciones políticas del gerenciamiento Piñera / Beyer coherentes con los lineamientos impuestos por el imperialismo.
 
Cierre de establecimientos municipales y subvencionados.
 
Durante el pasado 2012, la superintendencia de educación realizó cerca de 30.000 fiscalizaciones, centradas en 400 establecimientos considerados “riesgosos”. Tras revocar el reconocimiento oficial de 37 colegios en abril, un nuevo informe presentado en diciembre da a conocer el cierre de otros 38 colegios, sanción que afecta a más de 5.000 estudiantes y a las respectivas plantas docentes y de funcionarios no docentes.
 
Entre las principales causas de la revocación esgrimidas por la autoridad se encuentra la adulteración de la asistencia, el no pago de cotizaciones previsionales a los trabajadores, la falta de profesores o funcionarios sin título y deficiencias en infraestructura.
 
En tanto, durante los últimos días se ha anunciado de parte del alcalde de La Florida, el UDI Rodolfo Carter, la decisión de cerrar 7 colegios dependientes de la corporación municipal de esa comuna (COMUDEF); mientras que el alcalde de Valparaíso, el también UDI Jorge Castro, ha anunciado el cierre de otros 4 establecimientos administrados por la respectiva corporación (CMVALPO).
 
Fuentes cercanas al Colegio de Profesores señalan que son más de 6 las comunas (incluidas La Florida y Valparaíso) en donde se ha anunciado el cierre de colegios, los cuáles ascenderían a más de 20. Se señala también que la adopción de dicha medida se intensificará durante las próximas semanas.
 
El principal argumento de los alcaldes es la escasez de matrícula, lo cuál considerando la subvención por asistencia los vuelve “ineficientes” económicamente. El cierre definitivo o la fusión de colegios municipales afectará a otros tantos miles de estudiantes pobres y a cientos de trabajadores de la educación.
Desastre, corrupción y maniobras políticas.
 
El documento manado del MINEDUC sostiene que del total de colegios fiscalizados (11.564) más del 75% presenta irregularidades, lo cuál informa lapidariamente acerca del descalabro del sistema impuesto durante el gerenciamiento de la junta militar fascista bajo mandato imperialista y profundizado por los gerenciamientos posteriores. 
No es casualidad que el cierre de los 38 colegios subvencionados y otros tantos colegios municipales se anuncie habiendo en la práctica finalizado el año escolar.  Los sectores mas proclives a la lucha, principalmente los estudiantes, además de funcionarios y profesores, se encuentran por lo general desarticulados.
 
De parte del MINEDUC no se revoca el reconocimiento oficial a ningún colegio municipal, lo cuál no significa una mayor probidad o mejor gestión del sector. Constituye más bien una maniobra política tendiente a dar señales de una mayor “mano dura”, resguardándose sin embrago de no aplicarla en colegios que dependen de todas formas del MINEDUC. En términos políticos el MINEDUC es “parte y juez”.
 
El costo de los cierres de establecimientos los paga el pueblo. Lo pagan los miles de estudiantes y familias populares forzados a trasladarse a otro establecimiento desconocido, presumiblemente más lejano y más costoso. Se desintegran además las redes y organizaciones de estudiantes y de apoderados. Lo pagan además los trabajadores de la educación, despojados abruptamente de su fuente laboral.
 
La decisión de mantener en funcionamiento los colegios es política. En la generalidad de los casos los sostenedores prefieren pagar las multas antes que abandonar las prácticas fraudulentas. Es por ello que las relaciones sociales al interior de los colegios, establecidas bajo el régimen de subvención por asistencia, tienden a la corrupción.
 
Este sistema revela su podredumbre a cada instante. Por eso enarbolamos las banderas de una nueva educación, gratuita, científica y al servicio del pueblo. Gratuita porque la nueva cultura la producimos todos; científica porque las nuevas ideas y la técnica avanzan, mientras que las viejas relaciones, contenidos y prácticas en los colegios las contienen; al servicio del pueblo porque el mismo pueblo se alista para alcanzar y ejercer el nuevo poder.

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