El 18 de octubre de 1977 en el Ingenio Azucarero Aztra (Azucarera Tropical Americana) ubicado en la Troncal, provincia del Cañar, la dictadura militar comete una las más infames y atroces represiones contra los trabajadores que pasarían a la historia como “la matanza de Aztra”.
Esta fecha además de convertirse en un hito en la historia de las luchas del proletariado en el Ecuador, se constituye junto a la masacre del 15 de noviembre de 1922, en el referente de lucha política e ideológica del proletariado que reafirma ser la clase destinada a dirigir la revolución democrática en el país, tránsito al socialismo.
Con la pretensión de que se cumpla lo estipulado en el segundo contrato colectivo que determinaba por mejorar los salarios y la entrega de regalías a los trabajadores del Ingenio Azucarero Aztra, los trabajadores realizaron una serie de protestas de carácter pacífico para presionar a la patronal cumpla con lo acordado.
El 18 de octubre de 1977, los trabajadores aupados en la Asociación de Trabajadores Agrícolas acompañados de sus familiares, madres, esposas e hijos y amparados en el Código de Trabajo vigente para aquella época se tomaron el Ingenio Azucarero.
A las seis de la tarde de ese día, de manera intransigente la patronal dirigida por el coronel (r) Jesús Reyes con respaldo del Ministro de Gobierno, el tristemente célebre Bolívar Jarrín Cagueñas y el comandante de la Policía Nacional: Alberto Villamarín Ortiz, ordena a miembros de la tropa al mando de los carniceros: mayor Eduardo Días Galarza, mayor Lenin Cruz y un teniente de apellido Viteri el inmediato desalojo de los trabajadores.
Haciendo uso de armas de fuego, contundentes y corto punzantes, decenas de obreros fueron mutilados y masacrados de la manera más cruenta y perversa. Otros empujados a los canales de agua donde morirían ahogados tiñendo de roja sangre proletaria las aguas de la infamia.
Los verdugos para ocultar su vil acto pretendieron justificar la masacre manifestando que los obreros estaban infiltrados por comunistas que respondían a un plan internacional del terrorismo.
Los verdugos para ocultar su vil acto pretendieron justificar la masacre manifestando que los obreros estaban infiltrados por comunistas que respondían a un plan internacional del terrorismo.
Definitivamente la clase se forja en la lucha cotidiana, sumando su esfuerzo vital al que imprime el campesinado pobre por emprender con la revolución aún disponiendo la cuota de sangre necesaria para conquistar los propósitos que demanda la clase, el pueblo y la revolución.
¿Olvidar?: ¡Nunca!
¿Perdonar?: ¡Jamás!
No dejar piedra sobre piedra del viejo Poder burgués-terrateniente
Ahogar en sangre los sueños de la reacción
¿Perdonar?: ¡Jamás!
No dejar piedra sobre piedra del viejo Poder burgués-terrateniente
Ahogar en sangre los sueños de la reacción
Hoy, cuando el régimen corporativista y fascista de Correa emprende sus desafueros electorales con la complicidad del oportunismo y revisionismo de la izquierda tradicional del país, los comunistas salimos al paso para glorificar la sangre del proletariado y pueblo del Ecuador y manifestar nuestra inquebrantable y sólida decisión de emular su ejemplo de entrega, lucha y sacrificio hasta la victoria final: el Comunismo.
¡HONOR Y GLORIA A LA MEMORIA DE LOS TRABAJADORES DE AZTRA!
¡SANCIÓN HISTÓRICA AL VIEJO ESTADO Y SUS VERDUGOS! EL PROLETARIADO, LA CLASE COMPROMETIDA A SER LA VANGUARDIA DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA DE NUEVO TIPO: LA NUEVA DEMOCRACIA.
¡SANCIÓN HISTÓRICA AL VIEJO ESTADO Y SUS VERDUGOS! EL PROLETARIADO, LA CLASE COMPROMETIDA A SER LA VANGUARDIA DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA DE NUEVO TIPO: LA NUEVA DEMOCRACIA.
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