lunes, 17 de septiembre de 2012

PCE-Reconstrucción.- Acuerdos imperialistas de paz: El turno de Colombia

“Los comunistas consideran indigno ocultar sus ideas y propósitos. Proclaman abiertamente que sus objetivos sólo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia todo el orden social existente. Las clases dominantes pueden temblar ante una Revolución Comunista. Los proletarios no tienen nada que perder en ella más que sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo que ganar.”
(Manifiesto del Partido Comunista, 1848)
 
“El armamento de la burguesía contra el proletariado es uno de los hechos más considerables, fundamentales e importantes de la actual sociedad capitalista. ¡Y ante semejante hecho se propone a los socialdemócratas revolucionarios que planteen la "reivindicación" del "desarme"! Esto equivale a renunciar por completo al punto de vista de la lucha de clases, a renegar de toda idea de revolución. Nuestra consigna debe ser: armar al proletariado para vencer, expropiar y desarmar a la burguesía. Esta es la única táctica posible para una clase revolucionaria, táctica que se desprende de todo el desarrollo objetivo del militarismo capitalista, y que es prescrita por este desarrollo. Sólo después de haber desarmado a la burguesía podrá el proletariado, sin traicionar su misión histórica universal, convertir en chatarra toda clase de armas en general, y así lo hará indudablemente el proletariado, pero sólo entonces; de ningún modo antes.”
(LENIN, El programa militar de la revolución proletaria)
 
“La guerra, ese monstruo de matanza entre los hombres, será finalmente liquidada, en un futuro no lejano, por el progreso de la sociedad humana. Pero sólo hay un medio para eliminarla: oponer la guerra a la guerra, oponer la guerra revolucionaria a la guerra contrarrevolucionaria, oponer la guerra revolucionaria nacional a la guerra contrarrevolucionaria nacional y oponer la guerra revolucionaria de clase a la guerra contrarrevolucionaria de clase. (...) Cuando la sociedad humana llegue a una etapa en que sean eliminados las clases y los Estados, ya no habrá guerras, contrarrevolucionarias o revolucionarias, injustas o justas. Esa será la era de la paz eterna para la humanidad. Al estudiar las leyes de la guerra revolucionaria partimos de la aspiración a eliminar todas las guerras. He aquí la línea divisoria entre nosotros, los comunistas, y todas las clases explotadoras.”
(MAO TSETUNG, Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China.)
 
Una gran polémica se ha desatado entre las diferentes organizaciones de izquierda y revisionistas, así como en las masas, sobre las negociaciones de paz entre el gobierno reaccionario de Santos y la agrupación revisionista de las FARC en Colombia. Diálogos de “paz” que están siendo patrocinados por los gobiernos de Venezuela y Cuba y cuyo objetivo fundamental consiste en que las FARC abandonen definitivamente las armas y se reinserten a la “sociedad civil”.
 
Al respecto, creemos oportuno sentar una firme posición proletaria, pues la oleada reaccionaria y revisionista que se viene sobre este tema es enorme y hay que prevenir al proletariado y al pueblo para evitar la confusión y el derrotismo.
 
Planteamos las siguientes tesis para el debate:
 
-Los acuerdos de paz
 
En las últimas décadas el imperialismo ha diseñado un plan reaccionario para contener la lucha de las masas; dicho plan consta de dos ejes fundamentales que consisten, por un lado en acabar con toda lucha armada revolucionaria y/o revisionista y, por otro lado, sostener falsos partidos comunistas que participen activamente en la democracia burguesa.
 
Esto se demuestra en los acuerdos de paz en el Salvador, Guatemala, Sud-áfrica, Nepal y otros, promovidos por el imperialismo para acabar con las luchas armadas que en esos países se venían desarrollando. Al mismo tiempo se expresa en el sostenimiento unas veces de forma abierta, otras de forma soterrada, unas veces de forma explícita y otras de forma tácita, de falsos partidos comunistas o de “izquierda” que se desenvuelven en el marco de la democracia burguesa, en medio de la institucionalidad del viejo Estado y que co-gobiernan con la gran burguesía, de esos algunos ejemplos son Patria Roja y el PC-Unidad en el Perú, el viejo PC, PS-FA, MPD y Pachakutic en Ecuador, el Partido Socialista Unificado de Venezuela, el Frente Amplio de Uruguay, la social-democracia en Europa, etc., etc.
 
Con estas dos estrategias el imperialismo pretende contener el estallido revolucionario de las masas populares en todo el planeta, y en cierta medida lo ha logrado con la ayuda eficaz de los revisionistas de todo color, con la contribución de reformistas de todo pelaje. Sin embargo, dichos logros del imperialismo son pasajeros y de ninguna manera estables.
 
Los comunistas planteamos que los acuerdos de paz para el proletariado son admisibles únicamente bajo la condición de que el armamento de las masas y el Nuevo Poder no entren en la negociación/acuerdo, lo que por ejemplo no ocurrió en Nepal y por eso la revolución sufrió un grave revés. Y respecto a los partidos comunistas decimos que, sin son verdaderos, deben prepararse para iniciar y/o desarrollar la guerra popular, fusionarse con los intereses de las masas pobres, luchar sin intereses burocráticos ni electorales de por medio y estar dispuestos hasta el sacrificio para hacer avanzar la revolución, caso contrario son o se convertirán en simples camarillas revisionistas al servicio del gran capital.


-Las FARC, último baluarte del revisionismo armado
 
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo nacen en 1966 teniendo como base la coordinación general de los guerrilleros del Bloque Sur y con apoyo del Partido Comunista Colombiano pro-soviético. Desde su fundación no tuvieron jamás una dirección proletaria, pues sus máximos líderes como Manuel Marulanda y Jacobo Arenas tenían una gran cercanía con el viejo PCC y éste a su vez con el revisionista PCUS que estaba restaurando el capitalismo en la URSS.
 
Es por esto que si analizamos brevemente la historia de las FARC, podemos ver que hay numerosas características de revisionismo armado que se expresan como guerrillerismo errante, no se destruye el viejo poder, tampoco se construye nuevo poder, el programa no corresponde plenamente a los intereses de las masas, eclecticismo ideológico, sujeción a bastón de mando de uno u otro imperialismo, de una u otra facción de la gran burguesía, militarismo, desprecio al papel de vanguardia del Partido Comunista, etc.
 
Las FARC a lo largo de su peregrinaje revisionista, en múltiples ocasiones han cumplido un papel contra-revolucionario en Colombia: en la década del 70 del siglo pasado contribuyeron a destruir al Ejército Popular de Liberación de tendencia Maoísta, en los 80 arrastraron a las masas a la ilusión electorera cuando crearon la “Unión Patriótica”, reniegan del marxismo y promueven el bolivarianismo que es una corriente social-demócrata burguesa, cuando firmaron el acuerdo de paz con Pastrana y el gobierno les permitió moverse libremente en varias regiones no hicieron el menor esfuerzo de una repartición de tierras, ni de confiscar el gran capital y mucho menos construir nuevo poder, promueven el tercerismo pequeño-burgués y el revisionismo cubano, apoyan públicamente a gobiernos fascistas de la burguesía burocrática como Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia, levantan una falsa lucha anti-imperialista pues solo combaten a EEUU y no a las otras súper-potencias imperialistas como China y Rusia.
 
Las FARC constituyen hoy en día el último baluarte del revisionismo armado. Durante largos años sirvieron de punto de apoyo, logístico, organizativo e ideológico para que distintas agrupaciones revisionistas y pequeño-burguesas se sostengan en América Latina, logrando de esta manera obstaculizar seriamente la organización del partido proletario y desviando el camino revolucionario de las masas hacia el barranco del reformismo y el revisionismo.
 
-Causas de la derrota de las FARC
 
1.-No tienen posición de clase ni manejan ideología correcta
 
Los clásicos del marxismo nos enseñan que en toda sociedad dividida en clases, todas las ideas sin excepción llevan un sello de clase. De esta manera, un partido revolucionario o movimiento guerrillero o bien representa los intereses y concepciones del proletariado, caso contrario será de la pequeño-burguesía u otras clases y capas no proletarias.
 
En el caso de las FARC nunca asumieron la posición de clase del proletariado, sino de la pequeño-burguesía rural y como consecuencia de esto no asumieron tampoco el marxismo revolucionario sino un pensamiento ecléctico donde tomaron prestadas unas cuantas frases al marxismo-leninismo para justificar el “pensamiento bolivariano” que no es otra cosa que una corriente socialdemócrata burguesa, en resumidas cuentas las FARC son un exponente de la pequeño-burguesía radicalizada en Colombia.


2.-Su programa de gobierno es social-demócrata  
 
El programa de gobierno es la médula de un partido comunista u organización revolucionaria pues en él se sintetizan los planteamientos centrales para la transformación radical de la sociedad; incluso es en el tipo de programa que levanta una organización donde se puede apreciar el grado de desarrollo ideológico y su aplicación a la realidad concreta donde actúa. En el caso de las FARC en su página oficial se encuentra publicada la “Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia” que es el programa de dicho movimiento guerrillero. Este programa no tiene nada de revolucionario, al contrario es el clímax del reformismo: no se plantea una verdadera y profunda redistribución de tierras, hablan de “renegociar” los contratos con las transnacionales mineras, petroleras, etc., es decir no plantean la confiscación de las empresas imperialistas, solo se enfocan en derrocar el “neoliberalismo” con lo cual dejan las puertas abiertas de par en par al modelo keynesiano o desarrollista, y así podemos ver una serie de inconsistencias. A la larga dicho programa es una copia de los modelos de la “Revolución Bolivariana” o la “Revolución Ciudadana”, por eso si en Colombia hubiera ganado las elecciones un representante de esa tendencia internacional, seguramente las FARC no solo deponían las armas rápidamente sino que hubieran pasado a ser los nuevos ministros, asesores, etc.
 
3.-Se han entregado en bandeja de plata a la gran burguesía venezolana, colombiana, ecuatoriana y boliviana
 
Las FARC sufren, como todo revisionista, de una profunda miopía política. Conforme a sus planteamientos eclécticos creen que la clase de la gran burguesía en los países sudamericanos es una sola y la identifican con los partidos de la derecha tradicional y las posiciones neoliberales. En esa dirección apoyan a todo partido o caudillo que levante un discurso “anti-neoliberal” y contra el “imperio yanqui”. Como consecuencia de esta tremenda confusión ideológica las FARC apoyan a gobiernos reaccionarios de la gran burguesía, facción burocrática, como a Chávez, Correa y Evo, pese a que dichos gobiernos combaten a las FARC como es el caso de la detención de guerrilleros farianos en Venezuela y Ecuador, los mismos que son extraditados al gobierno de Santos para que allá los muelan a palos y/o les condenen. Es decir, las FARC están desde hace años atrás cavando su propia tumba. Al respecto este es un extracto de la declaración conjunta del Partido Comunista de México (revisionista) y el Partido Comunista Clandestino de Colombia (brazo político de las FARC): “8º. Ratificamos nuestra solidaridad con Cuba socialista, con el proceso bolivariano en Venezuela, Ecuador y Bolivia; expresamos nuestro apoyo a los pueblos de Honduras y Paraguay que resisten a los golpes de estado.” (Declaración Conjunta del PCCC y el PCM. Bogotá, agosto del 2012).
 
4.-La construcción del Nuevo Poder no existe en la agenda de las FARC
 
Las FARC se guían por los planteamientos de Ernesto Guevara sobre el “foco guerrillero”, que es una concepción idealista y pequeño-burguesa de la guerra. De esta manera las FARC plantean que “todas las montañas son su centro de operaciones”, es decir practican el guerrillerismo errante, no está en su agenda la destrucción del viejo poder y por ende tampoco la construcción de Nuevo Poder. Tanto es así, que cuando firmaron un acuerdo de paz temporal con el gobierno de Pastrana, las FARC tuvieron bajo su potestad una zona despejada de 42 mil kilómetros cuadrados. En esa zona y por algunos meses fueron “gobierno” y sin embargo no aniquilaron el viejo Estado ni la gran propiedad terrateniente y burguesa, tan solo se limitaron a cobrar “cupos” a los poderosos; además no hicieron el menor esfuerzo de crear poder popular con la consiguiente nueva economía, nueva política y nueva cultura, razones por las cuales cuando se acabó dicho acuerdo de paz con Pastrana, las FARC solo salieron fortalecidas en el tema de haber conseguido más fusiles pero no en haberse ganado profundamente a las masas populares.
 
5.-Se subordinan a bastón de mando externo
 
Finalmente dentro de los errores que causaron la derrota de las FARC está el hecho de que no practican el autosostenimiento y la autodecisión: siempre están buscando un bastón de mando externo que les dirija. Así por ejemplo, en los 70 y 80 del siglo pasado, las FARC eran fervientes simpatizantes de las URSS social-imperialista. En la actualidad buscan bastón de mando en los gobiernos reaccionarios de Venezuela y Cuba, y dentro de Colombia en la burguesía burocrática que se encuentra en el “Polo Democrático”. Es decir, las FARC por su mismo eclecticismo ideológico no son capaces de auto dirigirse y siempre están buscando alguien que les dé un “norte”, así ello signifique claudicación como sucede actualmente con el posible acuerdo de paz promovido fervientemente por sus padrinos Chávez y Castro.

-Armas y Radicalidad
 
En cierta ocasión, en un debate con un joven militante revisionista sobre la lucha armada, éste nos decía que admiraba a las FARC por los “grandes y modernos fusiles” que tiene dicha guerrilla y porque en sus filas había más de 5 mil guerrilleros…y cuando le preguntábamos si conocía cual es el programa y los objetivos fundamentales que persigue las FARC no los conocía ni tenía interés en conocerlos, se contentaba con decir que las FARC luchan por una “mejor sociedad” y que son “socialistas”.
 
Como vemos, este joven aplicaba el principio revisionista de “el movimiento lo es todo, el fin no es nada”. Al igual que él, muchos jóvenes se confunden sobre la utilización revolucionaria o reformista de las armas y lo que realmente es la radicalidad.
 
En un documento, los camaradas Maoístas de Chile decían acertadamente que no importa si una organización se autodenomina marxista, marxista-leninista o incluso marxista-leninista-maoísta, armados o no, para tenerlos de por sí como a revolucionarios verdaderos, pues es en los objetivos que persiguen y en su práctica social donde se ve quien es quien realmente.
 
Es decir, la lucha armada no es revolucionaria de por sí, si se la utiliza con fines revolucionarios es correcta para los intereses del proletariado y el pueblo, en caso contrario si se utiliza la lucha armada para fines reformistas y revisionistas, entonces va contra los intereses de las masas y sirve objetivamente a lejanos amos imperialistas y/o burgueses. Entonces la radicalidad de una organización no se mide por el tipo y número de armas que posea, sino por sus objetivos, propuestas y programa. En estas condiciones, las FARC no pasan de ser una guerrilla reformista y revisionista.
 
-Las FARC, núcleo revisionista aglutinador de jrushovistas, hoxhistas, bolivarianos, seudo-maoístas, etc.
 
Las FARC, al ser el último baluarte del revisionismo armado, han logrado aglutinar en torno suyo a revisionistas de diversas latitudes y tendencias. Por ejemplo, en el Ecuador es muy conocido el caso que cuando se trata de apoyar a las FARC todos los revisionistas y reformistas se unen en un solo coro: desde el viejo PC, el PS-FA, el MPD, Pachakutic, bolivarianos, alfaristas, trotskistas e incluso el MIR, están ahí apoyando fervientemente a las FARC. Durante años y años han promovido las concepciones y planteamientos de las FARC como justos y marxistas, abonando entre las masas una falsa esperanza internacional, ¿ahora que les dirán las dirigencias de esos partidos a sus bases, y el conjunto de esos partidos a las masas? Como siempre el revisionismo no hace otra cosa que cumplir un negro papel derrotista, divisionista y de confusión entre la clase obrera y el pueblo, se inventarán mil disparates para ocultar su traición.
 
-Guerra Popular versus revisionismo armado
 
El revisionismo armado, como una variedad del revisionismo contemporáneo, se hunde cada día más, y va mostrando su verdadera esencia reformista, capitulacionista; no tiene posibilidad alguna de avanzar, tan solo de mantenerse por un cierto tiempo hasta que finalmente se desgasta y termina capitulando. La perspectiva del revisionismo armado es sombría en todo el mundo, no hay una sola guerra dirigida por ellos que tenga la más pequeña posibilidad de triunfar. Junto a las FARC, están otras organizaciones que practican el revisionismo armado, por citar solo algunas: ELN, MRTA, FPMR, EZLN, la LOI en el Perú, etc. Mientras el revisionismo armado va de fracaso en fracaso arrastrando tras de sí a las masas hacia el reformismo, mientras eso sucede se levantan en contrapartida una serie de Guerras Populares en diversas latitudes del planeta dirigidas por el proletariado, que con avances y retrocesos, con victorias y derrotas, mantienen la bandera roja en alto y se constituyen en la vanguardia del proletariado revolucionario a escala internacional. Aquellas guerras populares están en la India, Perú, Filipinas y Turquía, además son varios los países donde los partidos comunistas de nuevo tipo están generando las condiciones para el estallido de nuevas guerras populares en el futuro mediato.
 
-Guerra Popular hasta el Comunismo
 
El revisionismo armado realiza “lucha armada” como mecanismo de presión a las clases dominantes para que les permitan participar “libremente” en las elecciones de la democracia burguesa, para que les concedan espacios dentro de la institucionalidad de los viejos Estados, en definitiva ven a la lucha armada no como una herramienta de las masas para su liberación sino como un instrumento grupal de presión con fines burocrático-electorales.
 
Así por ejemplo, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez en Chile, desarrolló en los años 80 la lucha armada contra Pinochet bajo la bandera exclusiva de que se termine la Junta Militar y se convoquen a “nuevas elecciones” dentro de la democracia burguesa, hasta ahí llegaban sus propuestas; además trabajaban bajo el bastón de mando del viejo Partido Comunista de Chile de tendencia pro-soviética, es decir seguían las directrices del social-imperialismo soviético en medio de la colusión y pugna inter-imperialista.
 
Por esto el revisionismo armado es un cáncer que desangra inútilmente a las masas pues es funcional al sistema capitalista-imperialista. En contrapartida a esto, los comunistas marxistas-leninistas-maoístas planteamos que la lucha armada se la debe realizar para derrumbar íntegramente el sistema imperialista, lógicamente de forma creadora en cada país y realidad, pero la esencia es esa: iniciar y desarrollar lucha armada revolucionaria para aplastar al imperialismo y la reacción. Además hay que saber que no se juega a la insurrección, que una vez que se inicia la lucha armada hay que saber llevarla hasta el final, que en el camino pueden haber ciertos acuerdos y compromisos pero de ninguna manera que signifiquen entregar las armas y el nuevo poder a los enemigos de clase. Por todo esto es plenamente válido levantar la consigna: ¡Guerra Popular hasta el Comunismo!
 
-El Maoísmo, única garantía del triunfo revolucionario
 
En toda sociedad dividida en clases todas las ideas llevan un sello de clase sin excepción. La ideología del proletariado, por ser la clase más revolucionaria de la actual sociedad y la última de la historia, es la más avanzada y de carácter científico.
 
Si queremos sinceramente organizar la revolución, ya sea en su etapa democrática o socialista, solo podemos hacerlo bajo la dirección del proletariado y esto se expresa en asumir el marxismo-leninismo-maoísmo, en constituir y reconstituir partidos comunistas de nuevo tipo. Si no contamos con la ideología proletaria y los instrumentos de la revolución, todo esfuerzo por heroico que sea será infértil, conduciéndonos cruentamente a la derrota tarde o temprano. Así como los médicos pueden curar las enfermedades basándose en la ciencia, el laboratorio y los instrumentos quirúrgicos con un pequeño margen de error, de la misma manera los comunistas podemos organizar la revolución si asumimos la ideología proletaria, nos fusionamos con las masas y construimos los 3 instrumentos. Con esto no decimos que las derrotas puedan ser evitadas al 100%, pero sí que el margen de errores y posibles derrotas será reducido considerablemente. Esa ciencia de la revolución es el MAOÍSMO, y mientras más la estudiemos y apliquemos creadoramente más serán los resultados favorables en el proceso de la lucha por la nueva sociedad.
 
-Mensaje a los maoístas de Colombia
 
Colombia, sin duda alguna, es un país con una enorme experiencia y tradición de luchas populares y armadas. Sin embargo, la dirección proletaria ha estado ausente en la mayoría de los casos. La traición del PCC (ML) y el EPL –que en los años 70 del siglo pasado representaban las posiciones revolucionarias del proletariado en ese país-, sumado al negro accionar del revisionismo armado de las FARC, ELN y otros grupos, ha causado una gran confusión y dispersión de las masas en Colombia, pero no ha logrado ni logrará apagar la lucha de clases pues mientras exista opresión habrá lucha, mientras exista semi-colonialidad habrá lucha anti-imperialista, mientras existan campesinos sin tierra o con poca tierra habrá lucha agraria, mientras exista explotación del trabajo asalariado habrá lucha contra la gran burguesía, en definitiva las masas populares seguirán luchando por sus derechos, necesidades e intereses, les guste o no a los traidores del PCC (ML), al revisionismo armado, a los capituladores de todo color, a los grandes burgueses y terratenientes representados por el gobierno de Santos.
 
Las actuales negociaciones de paz entre el gobierno reaccionario de Santos y la agrupación revisionista de las FARC son parte del plan del imperialismo de imponer acuerdos de paz en todo el mundo, lógicamente beneficiosos para las clases dominantes y perjudiciales para la clase obrera y el pueblo. La guerra que realizan las FARC no está, en modo alguno, dirigida por el proletariado ni al servicio de las masas, por lo que dicha guerra está entrampada y no tiene perspectivas revolucionarias, a ésta crítica situación la ha conducido el revisionismo armado. La capitulación de las FARC, último episodio del negro accionar del revisionismo armado, llevará una oleada de derrotismo y reformismo a Colombia. Pasará algún tiempo hasta que las masas populares puedan reponerse de ese negro episodio y comenzar a ver la necesidad y obligatoriedad de empuñar las armas pero ya no bajo direcciones revisionistas sino bajo el mando del proletariado, y entonces el movimiento revolucionario armado de las masas será invencible. Los comunistas maoístas de Colombia tienen un gran reto por delante y en ese camino, si mantienen la línea roja en alto, encontrarán el apoyo de las mismas masas populares y de todo el Movimiento Comunista Internacional.
 
¡ABAJO LOS ACUERDOS IMPERIALISTAS DE PAZ!
¡COMBATIR AL REVISIONISMO ARMADO!
¡LA PAZ EN EL CAPITALISMO SIGNIFICA TRANQUILIDAD PARA LOS RICOS Y OPRESIÓN PARA LOS POBRES!
¡IMPONER EL MAOÍSMO COMO ÚNICO MANDO Y GUÍA DE LA NUEVA GRAN OLA DE LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL!
¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!

COMITÉ DE RECONSTRUCCIÓN
PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR
16/09/2012

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