La Conferencia de Madrid para balancear la aplicación del Maoísmo ha tenido lugar hace unos días, pero sus compromisos y acuerdos tienen validez en el tiempo. Los participantes del debate son parte de la fiesta que significa la voluntad de seguir en la brega porque el maoísmo llegue a las masas. Han señalado límites y perspectivas grandiosas. Estamos con una actitud más jovial con respecto al triunfo revolucionario en este siglo.
En este debate ha estado presente el pensamiento moderno revolucionario, con Marx, Lenin, Mao, quienes señalan que este mundo capitalista está llegando a su fin. Que frente a la globalización hay una teoría de validez universal, forjada en los hechos, que es el maoísmo. La realidad del mundo está determinada por esta cuestión. Como revolucionarios, tenemos que conocer la estructura de esa teoría y la estructura de esta realidad. El pensamiento crítico se desarrollará con la aplicación de este conocimiento.
Tenemos que sumarnos a este debate. Los comunistas y revolucionarios del mundo debemos impregnarnos del espíritu de la Conferencia, trasladándolo a nuestros espacios de lucha. Desde lo marginal no se avanza un milímetro en la crítica y autocrítica. No hay pensamiento que no se forme en el diálogo, más aún el pensamiento revolucionario, que debe desarrollarse en el marco de la lucha de dos líneas, como se señala en la Invitación . El debate nos dice que estamos avanzando a otras formas.
Según hemos visto en los documentos de la Conferencia, hay optimismo. El núcleo central de la crítica no es pesimista, la visión es de avance, hemos entrado a otra fase de la historia revolucionaria.
En La Carta Abierta, documento final de la Conferencia, se encuentra los puntos esenciales del debate. Pongámonos sobre ello, participemos de la alegría de marchar hacia el comunismo. Que este debate transcurra con la máxima participación de los revolucionarios y comunistas del mundo!
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